Embadurnado de la ironía te
retuerces ante la defecación de tu vil postura pragmática; Ahora sollozas, das
alaridos de desprecio, te hundes en tu pútrida escoria y pides piedad; Necio
malnacido crees que tu lúgubre actuación hará sensibilizar mi estoica vanidad
por una pizca insignificantica de tu lamento absurdo…
Oh refugio de ensueño al que te haz adosado, mira la cautiva que yace en esa morada deslustra de cochambre; ruega a tus Dioses banales que intercedan por tu alma ennegrecida, Dioses de barro vestidos de su propia satisfacción de verte en el funeral de tu occiso agazapado… Desternillándose ante tu impío vacío existencial pues tu escoria esta sepultada en tus orígenes deprimente, vástago de principios es ahora que el holocausto te atormenta y tú galopín de fatua algarabía te vuelcas en un final desastroso.
Oh refugio de ensueño al que te haz adosado, mira la cautiva que yace en esa morada deslustra de cochambre; ruega a tus Dioses banales que intercedan por tu alma ennegrecida, Dioses de barro vestidos de su propia satisfacción de verte en el funeral de tu occiso agazapado… Desternillándose ante tu impío vacío existencial pues tu escoria esta sepultada en tus orígenes deprimente, vástago de principios es ahora que el holocausto te atormenta y tú galopín de fatua algarabía te vuelcas en un final desastroso.
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