Nos forjamos de estímulos y ardemos
de pasión,
atropellamos nuestra decencia para
socavar al deseo,
meticulizamos la paranoia y
desplazamos la conciencia
pues estamos desprovistos de
arrebatos celestiales.
Si el cantar de las sirenas nos atrae
hacia el peñasco,
y las luces tintineantes del farol nos
ciegan el andar,
y el dulce sonido de la flauta nos
avienta al acantilado
haciendo que nuestro deseo fulmine la
prudencia
¿Cómo quieres que vaya acorde de esta
sociedad?
Que mutila a nuestra mente para
hacernos presos de nosotros mismos,
que blasfemia nuestras palabras para
beneficiarse de nuestro descubrimiento,
que calumnia nuestra postura para
doblegarnos al sistema.
¿Cómo quieres que sea libre y vislumbre
mis ideas?
Si hay oídos sordos taponeados por
mentiras,
si los ojos están cegados por
verdades falsas,
si los labios son lapidados por
cintas repetitivas,
y el tacto es meramente un opio sin
criterio.
¿Cómo quieres que lea si los medios
son parciales?
Como puedo decir si está bien o está
mal
¿Cómo podemos vivir en un mundo
infernal?
Si la lucha por un poder gobierna a
las bestias,
si el mundo busca su propia
destrucción
y no rienda a las consecuencias.
En un mundo donde la ley no es para
todos
y el derecho un privilegio,
las mentiras son las flores de Loto
que al abrirse vierten sinuosas
sainetes,
desdoblando el coraje y mutilando la
cordura.
No es una torre de casino es una
torre de cemento
con sólidos cimientos vislumbrado los
rascacielos
elaborados del poder mediático de
algunos.
¿Qué peripecias a de hacer el
victorioso
para resplandecer las lúgubres
montañas de oro,
base de estos palacios,
y someter a una igualdad
inquebrantable?.
no tiene fecha de caducidad
y su imperio no será como el Romano.
¿Qué mundo le guardará a nuestra
descendencia?
¿qué obstáculos les sorteará éste
imperio
que calla a todos y mutila la
inspiración?
Blankita Apéstegui