Que bonito amor de juventud donde nos entregábamos sin miedos, donde sentía amor mutuo, donde las estrellas brillaban en la noche y el calor tenía sentido. Como Bonnie y Clyde, capaces de hacer y conquistarlo todo, niños dispuestos a embriagarse y vislumbrar el horizonte; retraídos por aquél elipsis que lo difuminaba todo con colores vivos, leyendo literatura, filosofía y platicando de lo efímero del futuro… No duró mucho, no más de 4 años, pues los problemas surgieron y se vino abajo la relación, pero en aquel entonces fue recíproco, me sentí amada.
Extraído de mi mente después de escuchar la
canción que estaba refundida, pensé que ya no las tenía. Lo más lindo de
recordar es que te puedes transportar sólo a aquellos momentos que quieres
revivir…
Conclusión encontrada: enamórate y entrégate a un amor que es recíproco, abandona a este cuando se vuelve tóxico, te asfixie o no te deje seguir.
Mi gran lección: me aferre a éste y creía que
era el gran amor de mi vida, que sin él mi vida no tendría sentido, nos hicimos
mil promesas, mil momentos extraordinarios, en algún momento estuvimos a punto
de contraer matrimonio y también millones de pesadillas…
El luto pasó, no me morí, seguí de pie y me volvía a enamorar…
La gran lección es que en la vida llegan amores y así como llegan también se pueden ir, y esto no quiere decir que te desanimes, te hundas o pienses que la vida se acabó; por el contrario te demuestra la extraordinaria capacidad de amar que tienes, que las personas que llegan a tu vida tanto buenas como malas te dejan una gran lección de vida y eso hay que extraer, absorber y puntualizar.
El luto pasó, no me morí, seguí de pie y me volvía a enamorar…
La gran lección es que en la vida llegan amores y así como llegan también se pueden ir, y esto no quiere decir que te desanimes, te hundas o pienses que la vida se acabó; por el contrario te demuestra la extraordinaria capacidad de amar que tienes, que las personas que llegan a tu vida tanto buenas como malas te dejan una gran lección de vida y eso hay que extraer, absorber y puntualizar.
La vida no se acaba por tropiezos que tienes, la vida no se detiene porque no te amen, la vida no muere; la vida se acaba, detiene y muere sólo cuando tú decides ponerle punto final.